En el MARGEN LATERAL IZQUIERDO están relacionadas las OPCIONES que te ofrecemos y en el CENTRO-DERECHA, las ENTRADAS que puedes ver.

martes, 8 de noviembre de 2016

El CAPITALISMO ACTUAL (2)

Segunda parte de "El capitalismo actual"

Y, ahora, solicito al lector que reflexione profundamente sobre el contenido de estos dos párrafos siguientes, aunque, si tiene sensibilidad, pasará un mal momento. Cualquiera que haya leído algo sobre la historia de estas luchas obreras debe conocer las barbaridades que se cometieron. Las calamidades que sufrieron los defensores del proletariado y las pérdidas de toda clase, no se conformaron sólo con afectar a este bando, sino que, toda esa guerra que desencadenó la ofuscación de los poderosos por no querer aceptar unas condiciones más justas, se volvió en contra de sus propios intereses pues, también ellos, sufrieron pérdidas y desgracias... ¡Y también los estados perdieron! Todos esos daños, tantas muertes y tantas desgracias... ¿Para qué?

Querían ganar más, pagando menos... Pero, ahora, se descubre que, cuando los trabajadores son mejor pagados, compran más y un aumento del consumo hace subir las ventas de los empresarios, mejorando sus beneficios. Hoy, que hemos superado esa historia, se ha formado una clase media con un poder adquisitivo que hace que esas fábricas de antaño se queden en nada, si las comparamos con las grandes multinacionales que ha generado esta nueva situación, luego... ¿Para qué esa resistencia?... ¿Para qué, esas matanzas?... ¿Para qué esa locura? No hubo visión de futuro, no hubo buena gestión, ni buenos planteamientos comerciales e industriales.

Estas afirmaciones no son un análisis científico, sino el resumen de unos conceptos que, de seguro, habrá quien no esté de acuerdo con ellos. Personalmente, estoy a favor de la teoría marxista de que el fruto de la producción debe ser repartido según la aportación que cada uno haga a su consecución. Sólo es una cuestión de justicia. Para conseguirlo, habrá que considerar, ponderadamente, la proporcionalidad del valor que cada parte aporta al resultado final. Para mí, es indudable que, ahí, radica la tan deseada equidad, siempre que se consideren otros factores, como, por poner un ejemplo, las épocas en que resulten pérdidas, pero, tampoco, está en esto, el debate que planteo, pues tenemos que analizar las circunstancias actuales y no pasadas.

Para ello, es necesario ir todavía más lejos en el tiempo y empezar explicando lo que es el capital, para aquellos que no tengan los conceptos económicos muy claros. Debemos tener presente que este artículo está destinado a aclarar las ideas de gentes corrientes que no tengan muchas nociones de economía y, por lo tanto, debe redactarse en un lenguaje que algunos economistas podrían tachar de ingenuo, pero... ¡Se hace lo que puede, AMIG@S! El concepto de "capital", en su acepción económica, son los bienes y propiedades, en general, que se poseen. Los que más y los que menos, tenemos en común el hecho de poseer cosas, pues nadie podría subsistir mucho tiempo, sin la posesión de aquellas que necesita para su consumo vital. El conjunto de cosas necesarias para la subsistencia no puede considerarse "capital", puesto que están destinadas a su consumo, más o menos inmediato. Todo lo restante, forma nuestro capital.

Ese capital, a veces, lo forman cosas destinadas a satisfacer necesidades vitales futuras, pues, para cubrirlas, acumulamos bienes con la intención de no ser sorprendidos por las fatalidades del destino. Desde pequeños, nos enseñan a ser precavidos y a aprovechar el remanente de los recursos que nos ofrecen durante las épocas de "vacas gordas", para que, en las "vacas flacas" no pasemos apuros indeseados. Hasta los animales salvajes, practican esta virtud. Algunos, después de comer su caza, la entierran para una o varias comidas más. Los hay que acumulan en verano lo que necesitarán en invierno y otros esconden en su guarida lo suficiente para que no les falte el alimento... ¿Podemos considerarlos como capitalistas? ¿Crees que a alguno de ellos se le ocurriría almacenar tan abundantes reservas que no pudieran ser consumidas, durante el resto de sus vidas, tanto por él, como por todos los miembros juntos, de su familia, manada o jauría? ~ Diferenciemos, pues, el capital que destinamos a nuestro consumo, presente y futuro de ese otro al que podríamos denominar capital de inversión, que solamente existe entre los animales racionales.

No me parece haber dicho nada nuevo, por lo que podría ser, que el lector se esté preguntando: ¿Capitalismo actual? Hasta ahora, sólo percibí referencias al pasado... Es cierto, pero para detectar las diferencias actuales hay que comprender el pasado y compararlo con el presente. No quiero entrar en la clásica disyuntiva de si es malo o bueno acumular riquezas innecesarias con la única finalidad de enriquecernos, aún más, invirtiéndolas en proyectos empresariales. Creo que cada uno debe ser dueño de su vida y obrar de acuerdo a sus principios ideológicos y morales.

Abre la tercera parte y te cuento más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario