Una gran parte de los políticos vienen, hábilmente, a la práctica de la política, sabiendo y entendiendo muy poco de lo que, a los ciudadanos, nos interesa. Suelen creer que, con el tiempo, irán aprendiendo, pero... ¿A qué? ~ Acuden con un buen sentido de la diplomacia y procurando desarrollar un carisma que les pueda llevar a conseguir los apoyos suficientes para ser aupados al máximo escalón posible de poder. No lo hacen para trabajar en beneficio del pueblo, como cacarean, sino para su propio provecho, para medrar algunos peldaños sociales más... ¡Todos los que consigan alcanzar! Así, demostrarán su valía... La que quizás, no exista, en la realidad... ¡Pero hay que inventarla! ~ Suelen tener éxito, ya que el pueblo valora más las apariencias y todo lo que lleve condimento de demagogia... ¡Es el triunfo de los hipócritas! ¡Porque queremos!... Porque no nos gusta que nos digan la verdad, preferimos que nos "doren la píldora", todo lo que puedan! Y, en eso... ¡Son maestros! ¡Doctores en grado sumo!
¿Es bueno que un profesor vaya a su aula, sin saber su cometido, con anterioridad y con la intención de que le orienten sus alumnos, poco a poco? Os diré una verdad: Tenemos, los ciudadanos, la culpa de lo que sucede, hoy día, pues hemos confiado en quienes nos han demostrado, ya, muchas veces, lo que nadie, con sentido común, duda ahora... ¡Que no se enteran, que no sabían de lo que hablaban cuando, para salir elegidos, prometieron cosas imposibles de cumplir!... ¡Al menos con sus políticas! ~ Pero, tiempo al tiempo, seguro que nos venderán su logro imaginario, "una moto sin motor", como decimos vulgarmente... ¡Tienen, en eso, maestría!
No todos tenemos la capacidad de asimilar ciertas tareas para dar soluciones a problemas concretos y específicos, dignos de ser abordados por un auténtico profesional, docto en la materia y, no eruditos "a la violeta". No podemos dejar que vayan a sus escaños a aprender a ser cultos. Deben venir, ya, elegidos por quienes conocen su trayectoria profesional o política, la cual no puede ofrecer ninguna duda, pues de ello, depende nuestro futuro. Les otorgamos nuestra confianza para que decidan sobre nuestro porvenir y el de nuestros hijos. Esto es grave... ¡Muy grave!
Cuando gana las elecciones un partido cualquiera, se apresura a buscar los candidatos para ocupar los puestos más relevantes con personas que hayan ganado ese mérito, según su contribución al éxito obtenido en las elecciones. ¿Es eso lo que necesitamos? Las plazas a cubrir deben ser tomadas por aquellos que más y mejor preparados estén para ese cargo, dentro de los candidatos y, no, por los que más méritos hayan hecho en tal o cual partido. ~ En un sistema partidista, nunca se resolverá esta cuestión... ¡Nunca! Pues entra dentro de la lógica que, si el mejor candidato a Ministro de Sanidad milita en otras filas, no va a ser escogido por el ganador. Si todos los mejores candidatos estuvieran en un sólo partido, la elección de nuestros representantes sería correcta, si votásemos a dicho grupo de candidatos, pero no es así, ni por nuestra parte, ni por la de ellos y... ¡Hay que cambiar eso!
Generalmente, nosotros votaremos, hagan lo que hagan, a los "nuestros", tengan, o no, gente preparada, pues nos sale de las entrañas del pensamiento, de las vísceras ideológicas, las que cumplen con las tradiciones familiares o con el adoctrinamiento que hayamos recibido, sea de donde sea y de parte de quien sea. Si todos fuéramos librepensadores, ni los partidos, ni las sectas de cualquier otro tipo, podrían causarnos tanto daño, pero no es así y, por ello, debemos darle una solución que nos beneficie a todos. El poder que tiene un colectivo cualquiera, es asombroso, puede llegar a ser devastador. Los colectivos o agrupaciones, aunque no sean partidos políticos, ni sectas religiosas, aunque sólo sean movimientos o grupos de presión, como el feminismo, por poner un ejemplo bien conocido, son, en esencia, dañinos, pues no buscan justicia, ni el bien común, sino su propio beneficio, lo que les interesa a la mayoría de sus afiliados, miembros o componentes, aunque aseguren lo contrario... ¡Qué van a decir! ~ Luchan entre ellos para afianzar su ventaja, para conquistar derechos, para apoderarse de los máximos privilegios posibles. A los demás, que les den... ¡Los buenos días! Y poco más.
Por su parte, ellos escogerán a los que les convenga. Se repartirán las carteras, de la misma forma que componemos un puzzle. Cuadrando todas las necesidades para contentar al partido, a saber: Tantos de esta familia, tantos jóvenes, tantas mujeres, tantos de esta región, tantos para contentar a este poder fáctico, tantos para satisfacer a tal institución, tantos para... ¡Un verdadero puzzle! ¿Cómo ensamblar tantos porcentajes y cuadrar el conjunto? ~ Cuando lo encajen, satisfará a los intereses de su partido, o sus dirigentes, así como de sus aliados, pero, nunca, a un buen gobierno, al funcionamiento de los organismos, o a los intereses de los ciudadanos. Este es, desde mi punto de vista, unos de los mayores defectos del partidismo y no se puede solucionar con leyes. Entra dentro de la iniquidad de su estructura, de sus vicios inherentes, en resumen, de su ineficacia permanente.
En éste, mi modelo, del cual estos textos son sólo la primera parte, después de las dos introductorias, creo que esa posibilidad estará bien contemplada. Daos cuenta de que será sólo un bosquejo, una líneas maestras que deberemos desarrollar, convenientemente, entre todos. Lo mejor es que elijan cada ministro, aquellos que mejor preparados estén en esa materia, a saber: Los sanitarios más expertos que sean elegidos desde la base, tendrán la misión de votar al mejor candidato para Ministro de Sanidad, sin que la decisión corresponda al presidente del gobierno, sino que, éste, será elegido por un consejo que incluirá a todos los ministros ya elegidos y, no, nombrados, así como otros delegados de órganos que, previamente, los habrán nombrado para tal fin.
En una democracia partidista o, peor aún, bipartidista, me resulta incomprensible el desperdicio de ideas que se produce, al tener que pensar como sus líderes, el resto de diputados... ¿No tienen opinión propia o no la expresan por respeto a la disciplina de voto?... ¿Qué democracia, qué representación es esa? Me parece de cuento de "Alicia en el País de las Maravillas", el valorar esa "disciplina de voto" como elogiable y considerar honrados a los que la practican. Creo que la fidelidad al partido está detrás de la que se debe tener al pueblo que les ha elegido, a la voluntad de éstos y al beneficio de la mayoría de los ciudadanos. Esto, también se soluciona con este nuevo planteamiento, pues elegiremos a personas de nuestro entorno que debemos conocer bien y no a grupos de desconocidos. Entiéndase que, para mí, son desconocidos todos aquellos que salen, diariamente, en televisión. ¿Qué sabemos de ellos? ¿Lo que nos quieren meter por la puerta de atrás?
Muchas cuestiones, aún hoy día, se resolverían con la obligación de aprobar las leyes con los dos tercios de los votos y no admitiendo decretazos por la puerta de atrás. Habría que crear algún órgano que controlara la conveniencia de tales medidas de excepcionalidad, para que no se cometieran atropellos provocados por actitudes propias de autoritarios, incompatibles con el ánimo de cualquier buen demócrata... ¡Los intentos de consensuarlo todo! ~ ¡La sanísima voluntad de debatir todo, antes de la toma de decisiones finales, aunque sean por esa amplia mayoría necesaria! Para conseguir que las ideas para solucionar asuntos, sean más eficaces, es conveniente que pasen por el filtro de todos los pensamientos... ¡Cuantos más, mejor! No podemos rechazar a los que sean contrarios a nuestro criterio, hasta haberlos entendido correctamente... ¡Podrían sacarnos de un error!
Yo cambiaría, primero, la Ley de Educación, para que los niños de hoy y votantes del mañana, aprendieran a debatir provechosamente y nos despejaran, en su día, el camino de nuestra verdadera y total recuperación... ¡Una definitiva y estable economía y solución de estas malas políticas actuales! ~ Eliminando de raíz, los vicios que se han asentado en nuestra sociedad. Pues, esto es lo que hay y lo seguirá habiendo, si no tomamos medidas correctoras, ya.
Para apoyar el modelo que propongo, es necesario tener en cuenta que, votando a personas que conocemos, por el contacto que tenemos con ellas, en el día a día, tratando los temas políticos que surgen de los problemas que queramos solucionar, tendremos menos posibilidades de errar nuestra elección que de la forma que nos han impuesto, hoy... ¡Votamos sin conocer a quienes elegimos! ¡Sin conocerlos de nada! ¡Sin saber si son ángeles o demonios! En mi modelo, no habrá nadie que vote a su representante, sin saber de él, sin conocerlo. Explicaré la forma de conseguir que así sea, en el siguiente artículo. Habrá sorpresas, pues algunos pensarán que no es democrático, pero... ¡Ya me explicaré!
Vivimos tiempos de muchas prisas, de ansiedades, de impaciencias y lo queremos todo en un segundo... ¡Y masticado! ~ Nos ponemos nerviosos con tantas explicaciones, se nos hace pesado leer tanto y, no digamos pensar... ¿Para qué, si podemos hacer lo que nos dice la tele? ~ Perdonad mi ironía, pero no me cansaré de decir que todo esto es necesario para formar debidamente nuestras ideas. Nuestro deber, como seres racionales, es recopilar toda la información posible y "rumiarla" suficientemente, para digerirla bien. Tener presente, siempre, que no quiero apoyos de quienes no estén convencidos de que mi camino es el más correcto, pero esperad a leer todo el contenido... ¡Hasta el final! ~ De momento sólo os estoy informando, comunicándoos mi modelo y los motivos o ventajas que le veo, para apoyarlo.
La 2ª parte tratará sobre los "foros políticos base", primer escalón de mi "Pirámide Electoral". Será, quizás el capítulo más interesante de todos o, por lo menos, el que nos atañe directamente, a los ciudadanos de base. Podría ocupar varias partes... ¡Todo se andará! ~ Sobre ello, no tengo nada escrito, ni registrado, salvo que se cuente el disco duro de mi cerebro, pero, éste no tiene impresora y deberé mecanografiarlo, enterito, con mis torpes dedos que sólo son capaces de aporrear el teclado. Así que tardaré un poco más en publicarlo. ~ Ya lo dijo Machado... ¡Haremos camino!... ¡Si se puede, claro!... ¡Paciencia y longitud de tiempo!
Comentad todo lo que no os parezca correcto o no entendáis. Vuestras críticas, si son constructivas... ¡Me ayudarán!
...Continuará... ¡En breve!
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