El amor y las viñetas (1)

He abierto un nuevo círculo de amigos, titulado "DEBATE", para que, a raíz de este artículo, iniciemos un diálogo entre nosotros, con la honesta finalidad de enriquecernos mútuamente, intelectual e ideológicamente, a la vez que ampliamos nuestro bagaje cultural y procuramos aprender a dialogar, cosa que, además de inusual, no está exenta de dificultades. Todos los participantes deberemos cumplir las reglas de juego consensuadas que impongamos los fundadores.
Aunque sólo fuéramos tres o cuatro interesados, he de deciros que este tema, el de los debates, tendrá prioridad para mí, pues aunque siga suministrando el resto de materiales como lo vengo realizando hasta ahora, de faltarme tiempo, los diálogos serán los últimos en recortarse... No es un capricho, sino una necesidad. Pensad que lo más responsable es que dé prioridad a lo que, en muy pocas páginas, se puede encontrar fácilmente. En cambio, viñetas, chistes, música, poesía e incluso ortografía, se pueden hallar, sin ninguna dificultad, en Internet. Para mí, lo que realmente escasea es... ¡El librepensamiento! ~ ¡El arte de aprender a pensar bien!

A falta de que me sugiráis alguna otra norma que nos convendría seguir, para realizar con éxito esta tarea, propongo las siguientes:
1.- Leer con atención todos los textos y reflexionar bien sobre ellos, antes de responder, emitiendo nuestras opiniones.
2.- Aclarar suficientemente nuestras respuestas, evitando escribir como si enviáramos un telegrama.
3.- No insistir sobre la misma idea o argumento, sin que se modifique su planteamiento. Hacerlo sólo si hay un cambio de opinión que merezca una nueva intervención.
4.- Si no se tiene nada que objetar, al menos contestar a las preguntas directas, aprobándolas o no, según nuestro parecer.
5.- Cuando se niegue algo, dar justificación del motivo que nos empuja a hacerlo, pues no podemos negar, sin verlo con claridad.
6.- No argumentar nunca, cuestiones de fe o de creencias, pues éstas no se pueden debatir... Todas son verdades sesgadas, falacias o dogmas sin ninguna objetividad, ni lógica.
7.- Procuraremos, siempre, ajustarnos a la objetividad y la lógica. Esta última requiere de razonamientos que deben ser expuestos nítidamente, sin ahorrar detalles.

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Entrando en tema:
La viñeta "La mariposa del amor", de mi autoría, sólo la presenté como un ejemplo para que comprendierais lo que, hasta ahora, no me pareció que hubierais captado, la inmensa mayoría de vosotros.
Analizando su texto, podemos deducir:
"El amor es una mariposa que revolotea cerca de ti." = Objetivamente, no lo es, ni tiene sentido. Tenemos que imaginar para comprender y todo lo que tengamos que deducir estará sujeto a nuestra interpretación. Si tomamos su significado como parábola, aun así es discutible, pues no se demuestra que el amor esté cerca de mí. Habrá personas que digan que sí y, otras, que no. ¿Cómo podría convencer el uno al otro? Diciendo mentiras o invenciones. Ganaría el más sutil o ingenioso... ¡Nunca la Verdad! Pues, ésta, no existe, en estos casos. En las viñetas no hay verdad, hablando siempre en términos generales. Sé que todos o casi todos vosotros habéis puesto, debajo de muchas de ellas, justificando el "+1", comentarios como los siguientes: "Es una gran verdad", "No hay nada más cierto que eso", "Es la pura realidad" y otros parecidos. ¿Se deben respetar estas opiniones?... ¡Rotundamente, no! ~ Sé que estamos acostumbrados a ello y, una vez más, lo hacemos sin pensarlo bien. Por ello, por constituir algo intrínseco en los seres humanos, debemos respetar a las personas, como seres imperfectos que somos, pero, no, a las ideas que, aunque sean lanzadas sin mala voluntad... ¡Sean erróneas!

"No te quedes mirando e intenta capturarla. No dejes que alce el vuelo, sin apresarla." = Uno de vosotros me dijo que el amor debería ser libre y que debíamos dejarlo volar. A su vez, esta frase es interpretable, pues, objetivamente, el amor no vuela, luego... ¿Qué se ha querido decir con eso?... Como símil estaría bien si se hubiera expresado en la viñeta que la que se debería capturar era el o la portadora de ese amor, pero no lo es así. La viñeta indica, claramente, por el "la" de capturarla, que se trata de la mariposa y, no, del amor, pues si fuera éste, debería poner "capturarlo". Por lo tanto vemos que, aun siendo viñeta, ni siquiera podemos centrarnos en lo que pone en realidad. Al compararla con el amor, se supone que debemos coger ese amor que revolotea alrededor de nosotros... ¡Aceptarlo! ~ No dice la viñeta que se deba privar de libertad a nadie. Eso es una mala interpretación. ¿Por qué se comete? Por la falta de explicaciones... ¡El problema de siempre! Que no es otro que el que quiero que entendáis.

¿Que por qué las hago?... Para ayudaros a comprender, como siempre. Porque os gustan más que mis artículos... ¿Qué puedo hacer? A mucha gente no sólo no le gusta leer, sino que ve en mis largas y aburridas explicaciones, un defecto, una incorrección, un obstáculo para que mis opiniones merezcan la pena de ser leídas. Se me ha dicho, alguna vez, que me extiendo mucho. Yo, también, sé extenderme menos, pero cuando repaso lo escrito, no hay una sola vez que no me haya quedado con ganas de explicar aún más lo que me pareció complicado de entender. La filosofía, cual es éste el caso, no se puede desarrollar sin ideas y éstas, sin palabras... ¡Muchas palabras! De modo que, el que no quiera leer mucho, que no se sume al proyecto. Que hagan lo mismo quienes no quieran escribir mucho, pues es imprescindible que cada interviniente emplee, con generosidad, las palabras que convengan para este propósito.

Espero que veáis la enorme diferencia entre lo que planteo y lo que representan las viñetas. Intentad, con inteligencia, plantearos y cuestionar cada texto que veáis por ahí, en las más que abundantes viñetas... ¡Es de risa! Salvo que hagáis un ejercicio de credibilidad que incluya comulgar con ruedas de molino...
Estamos demasiado acostumbrados a imaginar... ¡Mucho más que a pensar, ver o leer! Por eso, no observamos debidamente. Interpretamos rápidamente y a nuestra manera, arrimando el ascua a nuestra sardina... ¡Esto es lo normal! ¡Somos imperfectos! ~ Lo que pretendo es que veáis que, para obtener la calificación de "librepensador", sin grandes posibilidades de alienación, fáciles al menos, hay que trabajar... ¡Leer bien, pensar bien, preguntar bien, entender bien! Si no se labora bien es mejor abstenerse de opinar gratuitamente, para sembrar broncas y discordias, pues la finalidad última no es otra que la felicidad. El trabajo bien hecho nos proporciona un regocijo inigualable... ¡La recompensa del deber cumplido! ~ Algunos dirán: "¡Eso, a mí, no me funciona!"... ¡Trabaja bien y verás como, sí, te funciona!... ¡AMIG@!