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martes, 17 de junio de 2014

La Verdad Absoluta

Prefiero calificarme o denominarme "librepensador" a "filósofo", porque el concepto actual de este último término suele parecer altanero o prepotente, acoplable a "erudito a la violeta" o también a "intelectual de pacotilla" y se halla, hoy día, muy degenerado. La filosofía moderna tiene poco que ver con la de los griegos antiguos, amantes de la verdad y de su esforzada lucha por conseguirla, los cuales la usaban como forma de vida, no aceptando que se pudiera pensar de una manera y actuar de otra, como estamos cansados de ver en nuestra sociedad en la que la libertad, el respeto y los derechos "mal entendidos" dominan nuestro pensamiento. Como ya he dicho en el artículo de "El Mito de la Caverna", aunque se rían algunos de mi ocurrencia, debo afirmar que los antiguos filósofos griegos eran, ya, "librepensadores"...

¿Por qué no lo sabían? (Ironía)... Sencillamente porque tuvieron la "fortuna" de vivir en una época en la que, ni las religiones, ni los partidos políticos, ni ninguna otra institución sectaria o partidista les "hacían la puñeta". ¿Luego disfrutaban de sus reflexiones como en un "Paraíso" para filósofos? ¡En absoluto! Los tiempos cambian las formas, pero el fondo sigue inalterable... Siempre ha habido poderes fácticos en todos los lugares, tiempos y circunstancias. Esto forma parte de las Leyes Naturales: cuando hay un vacío de poder, es ocupado, ipso facto, por el siguiente en la lista de los que andaban al acecho. Estos poderes, los gobernantes en particular, amargaban la vida a todo el que osaba contradecirles o poner en tela de juicio su buen hacer, llegando hasta intentar eliminarlos de esta vida, consiguiéndolo demasiadas veces, por desgracia. De manera que dificultades las tenían igual que en  cualquier otro momento de la Historia, pero no podían denominarse "librepensadores", por no haberse acuñado, aún, el término.

Filosofía, palabra procedente de la latina "philosophia", y ésta del griego antiguo "amor por la sabiduría", tiene englobado en su concepto "la búsqueda de la Verdad", ya que el conocimiento no es otra cosa que saber la verdad que encierra todo cuanto nos rodea o afecta. ¿Y cuáles han sido las principales dudas del Ser humano, a lo largo de toda su historia?... Pues, entre otras, las siguientes: "¿Quiénes somos y qué es la vida?", "De dónde venimos y a dónde vamos?", "¿Somos reales, existimos o vivimos una especie de sueño?", "¿Quién ha montado este tinglado?" y "¿Qué hay detrás de tantos misterios?". Estas cuestiones tan elementales no tienen respuesta, ni la van a tener, al menos en esta vida... ¡Eso es, al menos, lo que yo creo! ~ Millones de mentes, en todos los tiempos y lugares, han intentado descifrar estas grandes verdades, la Verdad Absoluta, pero, al final, se rindieron a lo imposible... ¡Es una de las realidades de esta vida! ~ ¡Es imposible saber la verdad! ~ Pero aun siendo esto una verdad, no quiere decir que no podamos saber las realidades de nuestro mundo, de nuestro entorno, de nuestra naturaleza... ¡Eso, sí es posible! ~ ¡Y, eso, es otra verdad!

Es tan obvio y tan frustrante a la vez que, por esta imposibilidad, nuestra impotencia y desazón nos lleva a posturas cercanas a la locura. Fruto de nuestra desesperanza, tomamos decisiones que acaban en sinrazones que, después, defenderemos, unos, con cierto ahínco y, otros, con excesiva vehemencia, como si fueran verdades puras y seguras, de las que no ofrecen lugar a dudas... ¡Así es, pero no es así! ~ Esto que parece dicho de paso y sin importancia es, trágicamente, una de las causas principales de muchas injusticias, guerras y calamidades habidas a lo largo de toda la historia de la humanidad. Con total certeza, las religiones han demostrado siempre que producen lo contrario de lo que pretenden conseguir o de aquello que predican sin cesar.

La idea de no poder entender nada de lo que de verdad importa es deprimente. El no llegar a lograr comprender ni un ápice de la esencia de esta vida, nos lleva, algunas veces, a inclinarnos por acomodarnos en el "prêt-à-porter" de las sectas, las religiones, el esoterismo, el misticismo o de cualquier otra ideología que nos lo dé todo hecho... ¿Para qué vamos nosotros a complicarnos la vida si podemos resguardarnos bajo el paraguas que ya nos han preparado y abierto otros?... Ante nuestra debilidad e inseguridad, optamos por afiliarnos al Club del Paraguas, de la Sombrilla o de la Seguridad. El ser humano es, sin duda, uno de los animales que más se sienten a gusto y protegidos por la salvaguarda del grupo. De ahí que es muy raro ver a alguien que se aventure en solitario, para investigar lo que hay de cierto en todos nuestros prejuicios y tradiciones; cuáles son los beneficiosos y cuáles, los nocivos. Tenemos el temor a lo desconocido y la falta de apoyo y consuelo que sentimos los que vamos "por nuestra cuenta" no anima mucho a emprender este maravilloso viaje. También nos acosa el miedo al fracaso, pues he de reconocer que no es tarea fácil la de convertirse en "investigador de la verdad", pero es un camino que a todos os aconsejo su recorrido... ¡Vale la pena!

La Verdad Absoluta sería aquella que nos desvelara los secretos o misterios que precisara la contestación a las preguntas que hemos formulado anteriormente. Nuestra arrogancia o altanería como seres racionales nos impide aceptar que no somos capaces de entender estos conceptos tan vitales y nuestro orgullo nos empuja hacia posturas que sean validadas por algunas sectas pues, en el calor del grupo, encontramos refugio o cobijo. Parece que la mayoría de nosotros no somos capaces de admitir nuestra ignorancia suprema... ¡Nuestra cruda realidad! ~ ¿Por qué tenemos que inventarnos una verdad si no tenemos la auténtica? ¿No se parece esto a los engaños que intentamos colarle a la realidad, en nuestra vida cotidiana? Cuando decimos ser una cosa en lugar de la que somos; cuando aparentamos tener lo que no tenemos; cuando ocultamos lo que creemos que no nos beneficia y un sinfín de mentiras y estrategias para inventar o crearnos realidades nuevas o diferentes de todo lo que nos gustaría cambiar de nuestra auténtica realidad. ¿A quién no le encantaría cambiar la verdad que supone el que no podamos saber la Gran Verdad? ~ ¿Y quién no daría lo que fuera por saber esa Verdad Absoluta tan deseada? ~ La Verdad Absoluta no es una cuestión que nos haya preocupado sólo los últimos años. Este tema envenena nuestras cabezas desde que el hombre empezó a pensar.

Hoy nos burlamos de las religiones paganas porque creemos que eran de incultos y atrasados, pero... ¿Qué religión es diferente de la primera que creó el hombre?... ¡Todas son invenciones!... ¡Todas tienen el mismo origen! ¡Todas, el mismo fin! ¡Todas, las mismas mentiras edificadas sobre algunas verdades, mezcladas con cuentos de hadas! ~ Creo firmemente en que la Verdad Absoluta es inalcanzable para nosotros, los mortales de este mísero mundo, al menos hasta que suceda lo que tenga que suceder, si es que algo tiene que suceder... ¿Para qué queremos afirmar cosas que no sabemos? ¿Y por qué no aprender las cosas que sí podemos saber? ~ Puesto que la Gran Verdad, la absoluta, la suprema no está a nuestro alcance, dediquémonos a coger lo que está al alcance de nuestras mentes... ¡Lo que nos es permitido!... ¡Sin pataletas! Pero pongámonos manos a la obra, ya... ¡Que no es tan difícil! Se trata sólo de practicar y esperar a que nuestros trabajos den frutos y, mientras lo hacemos, saborear todo lo que encontremos a nuestro paso por ese hermoso recorrido llamado... ¡La búsqueda de la Verdad!... ¡La práctica del librepensamiento!

Si bien es cierto que las pequeñas verdades están condicionadas por la Grande, la Verdad Absoluta, también lo es que esto no debe ser impedimento para que partamos de la base de que esta vida debe tener un sentido lógico y trascendente. Aunque lo desconozcamos y se trate de una suposición, mi creencia es que debemos actuar. ¿Y cómo actuar? ~ Partiendo de esta base, el segundo escalón, según mis creencias, consistiría en intentar aprehender todo lo que nos rodea y acaece. Para mí, el principal objetivo de esta vida es comprender... ¡Comprendiendo, sabemos! Si no, sólo conocemos los datos fríos, pero, nunca, su significado. La finalidad de esta vida, a mi entender, sería algo así como un curso de instituto o universitario que tenemos que aprobar o superar. Estando ya convencidos de este propósito, debemos tener muy claro que las pequeñas verdades no son tan fáciles de captar como nos parece comúnmente. Una buena dosis de sentido común no viene mal, pero es insuficiente para obtener, con ella sola, unos buenos resultados. Es necesario el estudio de muchos datos y una labor muy intensa para encajar todas las piezas del puzzle de la vida que nos vayamos encontrando por nuestro camino hacia la verdad.

De modo que, como veréis, nuestras posibilidades reales se limitan a encontrar y unir todas las pequeñas verdades que vayamos captando y pasarlas por el filtro del librepensamiento, o sea: enjuiciarlas con honestidad intelectual, sin prejuicios, sin salirse de la objetividad, de la ciencia o de la lógica. Para ser objetivos debemos conocer todos los datos completos, barajarlos sin exclusiones a nuestro antojo o conveniencia y reflexionarlos con imparcialidad, rigor y honestidad. Este proceso no puede efectuarse a la ligera... ¡Lleva su tiempo!... ¡Si no, fracasaremos!

Se suele decir que la verdad está repartida entre todos nosotros y que cada uno tenemos un trocito de ella. Esto no tiene fundamento ninguno, pues si nos atenemos a lo analizado anteriormente, con más seriedad, podremos suponer que una persona podría tener mil trocitos y otra, ninguno. Todo depende del trabajo realizado por cada cual y, nunca, por un reparto "divino" o "milagroso" que nos obsequie este preciado conocimiento o sabiduría con cualquier tipo de proporcionalidad que no sea la del trabajo bien realizado.

También se dice que la vida nos enseña y tampoco es del todo cierto. Comparándolo con una clase universitaria, la vida sería el profesor que intenta enseñar, pero, sin la voluntad del alumno, estaría gastando sus energías en vano. Si queremos ajustarnos a la objetividad, la vida sólo enseña a quienes se esfuerzan y logran captar sus enseñanzas... ¡Únicamente! De modo que puede haber personas mayores que no hayan aprendido gran cosa y jóvenes que estén más avanzados en este terreno que lo que sería considerado como normal.

Resumiendo, esta última opción recogida en los últimos párrafos es para mí, sin ninguna duda, la más acertada de cuantas he estudiado o experimentado. Se trata de ejercer la tendencia del librepensamiento del que tantas veces me habéis podido leer en estos artículos. ¿Y cómo llevarla a buen puerto? ~ Tiene sus normas... ¡Pocas, pero claras! ~ Se trata únicamente de pensar sin prejuicios, con honestidad intelectual, limitándonos a aceptar las verdades que nos cuadren con la objetividad, la ciencia y la lógica. En ellas no pueden entrar ni las "iluminaciones", ni las sagradas "revelaciones", ni las suposiciones, ni las invenciones. Se trata de cuestionarnos todo nuestro ideario y pasarlo por el nuevo filtro del librepensamiento. Sé que esto nos deberá costar muchos esfuerzos y sacrificios, pero... ¡Es necesario! ~ No podemos quedarnos de brazos cruzados hasta que acabe el "curso", ni seguir insistiendo en algo que sabemos que no es verdad. Sin esperar más, debemos calzarnos los mocasines del amor a la sabiduría y emprender el camino de... ¡La larga marcha de la Verdad!

Espero vuestros comentarios... Mañana saldrá la segunda parte, contestando a nuestra amiga Nieves.
     

4 comentarios:

  1. Me alegra que mi artículo te haya servido para algo, amigo, pues para eso trabajo... Siempre es reconfortante que te lo valoren. Tu filosofía me parece buena... ¡Saludos!

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  2. A ver Jaime, he releído el artículo varias veces,voy a dar mi opinión. Respecto a que si se llamaban de una u otra forma en los tiempos antiguos, supongo que no estaría muy claro el término con el que se denominaban, con llamarlos pensadores sería suficiente.
    De la fortuna que se presupone gozaron en aquellos tiempos; como tu dices , no le sería nada fácil, pues no convenía de ninguna manera,que se abrieran los ojos al pueblo llano, por tanto eran tachados de seres poseídos , o algo similar para desprestigiarlos, y cuando eso no les hacia desistir de sus conocimientos y de sus ideas, efectivamente se terminaba con ellos de diversas formas: una de las mas comunes sería la hoguera pues encerrarlos no terminaba con sus ideas.En cuanto a tantas preguntas que yo creo que todos, "mas o menos sabios" nos hemos hecho mas de una vez. La respuesta , "hoy por hoy", está sin resolver y creo que por mucho tiempo seguirá así.
    Efectivamente, comparto que el afán de subyugar a las masas desde los tiempos inmemoriales tratando de hacer que vieran y obraran solamente de la forma y modo que se les imponía, tanto por parte de los gobernantes como por parte de las diferentes religiones, impidiendo así que pudieran pensar y decidir por ellos mismos; imponiéndoles su propio criterio de lo que estaba bien o mal. Lo cual terminaba por cansar a las masas y se levantaban en rebeldía hartas de tanto afán por querer imponerles sus verdades, platicándolas pero no cumpliéndolas.
    Sí que hay cierto conformismo en acomodarnos y dar por buenos todos los valores que nos inculcan sin preocuparnos de si son buenos, o son verdades, o nos dejan libertad de pensamiento, o solamente nos hacen entrar por el aro que a ellos les conviene.
    Pero dicho esto, a mi se me antoja poco fácil el camino de plantearse el querer sacar los pies del tiesto, pues como hablábamos este día, se trata de un camino largo y con pocos frutos, aunque teniendo en cuenta tus apuntes, sean sabrosos. Viéndolo así puede que valga la pena al menos intentarlo.
    En cuanto a las medias verdades de nuestra existencia, supongo que es debido a los roles que se nos han ido imponiendo, como el de "tanto tienes tanto vales" que tanto daño ha hecho a lo largo de la existencia de la humanidad, llevándonos a mentiras, apariencias,y falsas realidades, que por estar tan pendientes de estas apariencias y de alimentarlas, no nos dejan ver las otras realidades. Estoy de acuerdo en que si la pura verdad de todo no está a nuestro alcance, si deberíamos tratar de aprender de las pequeñas que estén al alcance de nuestra manos y que debemos trabajar para encontrarlas. La vida misma en sí, es como tú apuntas el poder supremo que nos enseña, y como alumnos que estamos en esta clase, debemos poner atención y empeño por aprender lo que nos enseña y procurar superar esa prueba, y si puede ser con nota MEJOR.
    El camino de ese aprendizaje no es ni mucho menos llano, hay que trabajarlo y a veces puede que no encontremos todo lo que deseamos y se nos haga demasiado cuesta arriba, pero habrá que intentar seguir en la conquista. Respecto a las reglas, ya iremos viendo cuales y como se aplican, y empezar a pedalear. Creo que en grandes líneas es lo que resume tu amplio artículo.

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  3. ¡Por cierto, tienes un gazapo!...En el párrafo tercero, al final, en la frase "Pero aún siendo esto una verdad.......", se te ha colado "siento", no tiene mayor importancia, te lo digo por si te apetece corregirlo. Sí, ya sé, soy un poco puntillosa, pero tu nos dices que te digamos las cosas, pues así lo hago. Un abrazo amigos.

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  4. Te agradezco mucho, Nieves, que me digas las faltas, siempre lo haré y, por supuesto, las corregiré todas, pues me parece lo procedente. Yo te aconsejo que sigas haciéndolo pues es una buena costumbre que nos beneficia a los dos y, también, a los lectores. ¡Ojalá tuviese unos cuantos colaboradores más como tú, amiga! A tu primera parte, contestaré en el artículo siguiente, tal y como teníamos previsto, pues forma parte del debate.

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